Cuando termina el verano, muchos piensan que el mantenimiento de la piscina se detiene hasta la próxima temporada. Sin embargo, descuidar el agua en los meses fríos puede suponer un problema: aparición de algas, aguas turbias e incluso daños en la instalación. Mantener la piscina clara durante el invierno es más sencillo de lo que parece si se siguen unos pasos básicos y se utilizan los productos adecuados.
Uso de invernadores
El producto estrella en esta época es el invernador. Se trata de un tratamiento químico diseñado para conservar el agua en buen estado durante meses. Su función principal es evitar la proliferación de algas y bacterias, así como reducir la formación de cal e incrustaciones. Se recomienda aplicarlo con el agua limpia y bien equilibrada, justo antes de cubrir la piscina.
Regulación del pH
Un error muy común es olvidar el equilibrio químico del agua. Mantener el pH entre 7,2 y 7,6 es fundamental para que el invernador actúe de forma efectiva. Si el pH está desajustado, los productos químicos no cumplirán su función y el agua puede enturbiarse. Por ello, conviene medirlo con regularidad, incluso en los meses en que no se usa la piscina.
Otros productos y consejos
Además del invernador, es recomendable usar pequeñas dosis de cloro de mantenimiento o tratamientos multifunción que ayuden a reforzar la protección. También es importante realizar una limpieza a fondo de filtros, skimmers y paredes antes de cerrar la piscina, de modo que el agua comience el invierno en las mejores condiciones.
Con estos cuidados sencillos y productos específicos, podrás abrir tu piscina la próxima primavera sin sorpresas desagradables y disfrutar de un agua cristalina desde el primer día.
